LA COMPASIÓN
La compasión empieza por nosotros mismos, por mi soledad, tristeza, miedo, ira, sensación de abandono…, por tener compasión por estos sentimientos o emociones y abrazarlos. Si no, resulta imposible hacerlo sinceramente por los demás.
Reconocer y abrazar mi vulnerabilidad como si fuera un niño pequeño. De hecho, estas emociones vienen de nuestra más tierna infancia y están ahí bloqueadas sin poder expresarse, sin que las reconozcamos abiertamente y de manera consciente.
En la infancia, nuestro pequeño cuerpecito no era capaz de sostener y comprender estas emociones, por eso fuimos creando barreras a su alrededor para protegernos de ellas y no sentirlas, fuimos poniendo barreras a nuestro corazoncito. Ahora, sin embargo, somos adultos y tenemos la capacidad para abrazarlas de manera consciente y compasiva, también tenemos el valor para hacerlo y la voluntad.
Y desde aquí, volver a sentir nuestro corazoncito herido, ya que mi propia compasión es su mejor bálsamo, sin esperar más al futuro o a soñar con que aparezca la pareja perfecta. Abrirnos a la vida con alegría y compasión, al disfrute y a la aventura.
Om Shanti
Garuda
Blog de Sanatana Dharma
Entendemos la comunicación, como el encuentro en lo común
LA COMPASIÓN
Comentarios
No hay comentarios por el momento. Se el primero en enviar un comentario.