¿Quién eres, Verdad?... Y ¿dónde te encuentras? Dicen que tú me harás libre.Y ¿quién eres tú, Libertad?... ¿Acaso no lo soy ya?... ¿No soy libre?
Blog de Sanatana Dharma
Qué pretencioso por mi parte hablar de la humildad sabiendo que tan solo cualquier comentario acerca de ello, me aleja precisamente de esa humildad… Asumiendo, con gusto además, ese riesgo, trataré de velar porque no se me suban los humos a la cabeza, y pueda aportar algo útil.
La palabra sánscrita "dharma" proviene de la raíz "dhri": aquello que sostiene, el eje, la viga maestra, lo firme, lo que mantiene unido.
Hay situaciones, como las del “tsunami navideño”, que arrasan con uno… Con todo lo que en esas u otras situaciones nos arrastra (más o menos) a todos, no está de más “mirar” qué ha pasado, qué hemos hecho.
La Vida que tanto nos ama nos pone a prueba, nos envuelve a veces en torbellinos incontrolables, solo para evaluar cómo de fuerte nos agarramos al centro…
Si no comprendemos cómo empieza todo esto del B. G., no
entenderemos nada sobre el asunto, y sobre todo, no "veremos" qué
tiene que ver conmigo, aquí y ahora, que estoy viviendo la vida de un
occidental del siglo XXI...
Primero de todo hemos de darnos cuenta de que lo que dice el libro
no es algo que sucedió mucho tiempo atrás o que ocurrió en un lugar
lejanísimo. Se trata de mí, TODO ESO ESTÁ OCURRIENDO AHORA
MISMO EN MÍ... Arjuna está en mí, Krishna, está en mí ("eso" es lo
que SOY...), y Duryodhana..., ah!, Duryodhana, al que no se le cita
en el B. G. apenas..., también está en mí. Y no sólo está, sino que
tiene usurpado el poder sobre mi vida, y yo sin enterarme...
Duryodhana es el EGO, lo duro que ahy que roer, "eso" con lo que sin
querer y sin darme cuenta, estoy identificado, creando una falsa
identidad a la que me apego y con la que sufro y hago sufrir...
En la gran epopeya hindú Mahabharata, de la que el B. G. forma una
pequeña pero muy importante parte (quizás lo más importante de lo
que se ha legado a la humanidad), se describe cómo los hermanos
Kawravas con Duryodhana a la cabeza, usurpan el poder sobre el
reino (mi propia vida) con trampas en el juego, a los hermanos
Pandavas con Arjuna a la cabeza, los legítimos gobernadores del
reino. Los Kawravas representan el ego en mí, los Pandavas
representan al Espíritu en mí... Todo está en mí! A quién "alimento"?
Quién hago que dirija mis pasos por la existencia? Al ego? Al SER, el
Espíritu? Los sé distinguir? He realizado el proceso de
"desenmascaramiento" del EGO, o sigo siendo víctima del "ego
espiritual" como si ya lo hubiera vencido???
Al comienzo de la contienda, cuando los dos ejércitos, los pandavas y
los kawravas, están prestos a pelear en el campo de batalla, el
campo de Kurutsetra, mi propia vida, sus jefes se dirigen a Krishna
para pedirle ayuda en la batalla. Duryodhana, arrogante, se sienta a
la cabecera de la cama donde dormía Krishna, que se despierta con el
ruido y le pregunta qué quiere. Éste le responde que quiere todos los
ejércitos, todas las fuerzas y guerreros en sus filas, a lo que asienta
Krishna y se marcha todo orgulloso creyéndose vencedor del
combate.
Al incorporarse Krishna, descubre que a los pies de la
cama, humildemente arrodillado, se encuentra Arjuna, al que también le pregunta qué quiere. Éste le responde que lo único que quiere es que ÉL, Krishna, Dios, venga con él en el auriga, el carro de combate... Y por supuesto que Krishna asiente también para acompañarlo en la batalla y darle instrucción...
En casi todos los textos del B. G. comienza la historia con los contendientes, los Pándavas y los Kawravas prestos a luchar en el campo de batalla, el campo de Kurushektra, frente a frente en cada lado del campo.
Ya dijimos que ambos ejércitos representan los dos aspectos del Ser Humano, uno el EGO (los Kawravas, con Duryodhana, lo duro que hay que roer, como jefe), y el otro al ESPÍRITU (los Pándavas, con Arjuna, el Alma despierta YA a la percepción espiritual, como jefe). Y que los dos están en cada uno denosotros, enfrentados, si YA el Alma se ha ido despertando y ha comenzado a reclamar su poder sobre el Reino, tu vida. Si eso aún no ha ocurrido, y es lo que pasa en mucha gente, es que aún la materialidad, el ego, domina la vida de esas personas...
En ese momento en que ambos ejércitos están frente a frente,
Es grande la confusión en torno al Yoga. La visión tan superficial que impera ha hecho que su carta de presentación en Occidente, la asana, haya sido rebajada a mera posición física y ello haya contribuido a que el propio Yoga sea identificado principalmente como una disciplina física.
Se hace necesario dar a conocer el Yoga en toda su profundidad, lo que obligatoriamente ha de ir de la mano del conocimiento del Dharma.
En un misterioso y antiguo libro titulado: “La Luz del Sanatana Dharma”(Anusthana Chandrika), Sri Bhagavan Narayana, nombre con el que se conoce al Director Espiritual del Mundo, sentencia lo siguiente:
“Escuchad bien con toda atención: ¡Nada hay más elevado que la Ciencia del Yoga! Todo está enraizado en el Yoga”.
Son dos frases que, como bien dice, necesitan de toda la atención de la que seamos capaces. Decir que algo es lo más elevado implica que no hay nada que tenga mayor importancia sobre la faz de la Tierra; es decir, que es algo fundamental, que “nos jugamos la vida en ello”. ¡Esto es muy fuerte!
El Mundaka Upanishad lo apuntilla en boca del sabio Angirasa que reveló que la Ciencia es doble: la Superior, o Ciencia del Ser, y la Inferior, o Ciencia de la existencia cíclica (sámsara). Es decir: la Ciencia del Yoga, que apunta al Atmán, al Ser; y el resto de Ciencias, que nos relacionan con el cambiante devenir de la existencia, desde la mecánica hasta la astronomía.
Esta misma mañana, a propósito de un luctuoso aniversario, alguien que viene desde hace mucho a clase me planteaba lo costoso de “dejar ir”, lo que cuesta soltar, desprenderse de aquello a lo que estamos apegados… Cuántos ríos de tinta habremos vertido sobre el apego, cuántas horas hablando de ello… Un verdadero problema para nuestra personalidad, a la hora de tranquilizar nuestro ánimo y encontrar la ansiada PAZ INTERIOR.
Ciertamente ha sido una carambola, ya que en estos cinco años que llevo en esta esquina de Navarra, rayana con Guipúzcoa, no había conseguido encontrar trabajo.
Fue la llamada telefónica de un viejo conocido la que me abrió la puerta de poder trabajar en un Punto Limpio (Garbigune) para sustituirle en sus vacaciones de verano.
Fueron dos semanas de aprendizaje, en los dos Garbigunes de Donostialdea, para ir viendo cual era la función de esos lugares en los que se orienta a los usuarios a la hora de deshacerse de los residuos que se generan en las casas o simplemente desprenderse de objetos que, o no funcionan, o ya no los necesitan.
Contenedores para aparatos eléctricos y electrónicos, madera, chatarra-metales, vidrio, cartón, plásticos diferentes, de varios tipos, restos de poda, escombros, otros materiales más contaminantes y peligrosos, aceites, pinturas, pilas, radiografías…
En fin, es impresionante ver la cantidad de residuos que generamos y los que estamos obligados a eliminar de manera selectiva.
El trabajo resultaba muy interesante para hacerme una idea del ritmo de consumo y el tremendo desatino de esta sociedad de la abundancia en que vivimos.
La obsolescencia programada se ve aquí en toda su crudeza, ya que es ingente la cantidad de aparatos electrónicos que se tiran todos los días. Algunos si, que ya no funcionaban aún y teniendo apariencia de nuevos, otros porque habían perdido comba y capacidad ante el ritmo de las necesidades de los nuevos sistemas y la tecnología, volviéndose ineficaces, lentos, obsoletos, y ya para rematar este pollo sin cabeza en el que nos hemos convertido, esos otros aparatos que aún y cuando funcionan bien, eran eliminados porque el coste de los consumibles (impresoras de tinta) hace que por poco dinero más elijamos otro aparato (impresora) nuevo. Pura entropía.
Recuerdo a un usuario, un egipcio, muy buena pinta el hombre, que traía un horno y vitrocerámica que funcionaban. Se veían usados, pero usables, la pregunta fue inevitable, ¿cómo vas a tirar esos aparatos que funcionan?. Me miró con ojos comprensivos, al fin y al cabo era un inmigrante, en su país quizás no lo hubiese tirado, y me contestó que sí, que era cierto, que no era muy sostenible tirar, deshacerse de aquello que funcionaba, pero que en el centro comercial que estaba al lado del P-L había una oferta de horno y vitrocerámica nuevos por 50€ al mes. Me salió del alma, “¿y cinco años cogido de salva sea la parte pagando la dichosa oferta?”.
Su silencio resultó elocuente, los dos entendíamos que es difícil sustraerse al encanto del “compre ahora y pague después”, durante, como una muestra de que nuestro nivel de vida y consumo está ligado a equiparar ingresos a capacidad de endeudamiento. Es el ahorro de antaño del tengo, guardo, araño, siso… convertido en debo, la cita ineludible en la que la entidad bancaria, a primeros de mes, exige a mordiscos lo prestado, so pena de…
Una historia de Amor
Hoy quiero sellar el fin de mi búsqueda
Te he pillado… y te suelto.
Dejar de buscar, dejar de esperar… un futuro mejor, una realidad mejor que la que se da aquí y ahora.
Te he pillado… y te suelto.
Me engañas prometiéndome completitud, plenitud… Y lo que hago es pelearme con el momento presente… y lo que hago es pelearme con la vida… y con ello sufrir y cerrar la puerta a la verdadera plenitud
Te he pillado… y te suelto.
Me llevas a interpretar la vida en aras a eso que busco… y con ello dejo de sentir la vida, dejo de vivirla.
Te he pillado… y te suelto.
Pero no me peleo contigo… te respeto, te doy la bienvenida siempre que quieras aparecer, te acojo y comprendo… comprendo tu herida, que es la mía.
Pero eres fruto de una grabación… de una experiencia de abandono, de un niño herido… que soy yo. Y te acojo… y me acojo… y te cuido… y me cuido. Este quien soy ahora tiene esa capacidad. Tengo la capacidad… porque sé donde está la fuente.
Me conectas con la carencia… surges de ella y en ella. Y desde ahí no se construye nada sólido… nada abierto. Porque en ella me hago pequeño… me separo de la Vida… me distancio de mí.
Y te daré la bienvenida siempre que te presentes… porque eres mi niño… porque eres yo, parte y todo de de mí… porque en las partes está en todo, como cada ola es océano. Y dejaré que me acompañes el tiempo que quieras… y te recordaré quien eres, te recordaré quien soy. Pero…
Hoy quiero sellar el fin de mi búsqueda…